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despidió de Rolf, el hombre del norte, con emoción varonil. La tripulación,
profundamente apesadumbrada, comenzó a entonar una triste canción de
despedida, pero Conan levantó la voz y con una serie de imprecaciones los
hizo callar. Lo vimos desaparecer tras un montculo de arena en su misterioso
viaje hacia peligros desconocidos.
Rolf es ahora nuestro capitn; imposible encontrar a otro ms audaz y
competente, si exceptuamos a Conan. Pues el cimmerio seguir siendo el
mejor capitn que haya navegado por estas aguas, aunque el mar de Vilayet se
convierta en un desierto y las estrellas se caigan del cielo. Bebo a su salud, y
porque su empresa se vea coronada por el xito!
Todos acompaaron el brindis en el ms absoluto silencio, lo que resultaba
extrao tratndose de una taberna de piratas.
6 - Traición en Oriente
 Y cómo gobierna su Alteza Real, la Devi?  preguntó Conan al grueso
tabernero mientras saboreaba el aromtico vino de Vendhia.
Confiado en su disfraz de kshatriya, se haba aventurado a entrar en la
taberna, no sólo para calmar su sed, sino tambin para obtener alguna
información acerca de la encantadora mujer cuyo imperio l haba salvado
tiempo atrs. Antiguos recuerdos volvan a su memoria. En la mirada del atento
cimmerio haba una expresión de nostalgia.
Aunque la taberna estaba casi vaca, el tabernero adoptó un aire cauteloso y
se acercó a l, para poder hablar con discreción.
 Ah, la Devi Yasmina gobierna con sabidura y mano firme, a pesar de que
no tiene un consorte que la apoye. Pero la nobleza asegura que el trono
necesita la presencia de un espritu guerrero. Se rumorea que su primo,
Chengir Khan, tiene la mirada puesta en el poder supremo, y tambin en la
Devi. Hasta ahora, sin embargo, ella ha rechazado sus proposiciones, pero el
sentir del pueblo no tardar en obligarla a dar ese paso. La dinasta debe
perdurar: Yasmina tendr que cumplir con sus deberes para con el trono y el
pas.
El rollizo verdugo echó una rpida mirada hacia la puerta, que estaba
abierta. Se oyeron unos pasos pesados y ruido de armas, y un grupo de
soldados hizo alto frente al establecimiento. Llevaban escudos y espadas sobre
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la cota de malla. Con disciplina profesional, se detuvieron a la orden de su jefe.
El veterano oficial entró en la taberna y, despus de echar un rpido vistazo
a los que estaban dentro, posó la mirada en la figura de Conan y se dirigió
hacia donde se hallaba el tabernero.
Habló con ste en voz muy baja. Un par de botellas cubiertas de polvo
pasaron por encima del mostrador. El oficial las guardó en una bolsa de seda
que llevaba en la mano y, cumplida su misión, salió de un par de zancadas y
dio una orden tajante. El destacamento se alejó con paso regular por donde
haba llegado.
Conan echó una mirada indiferente a la tropa cuando sta se marchaba. Tan
sólo pensaba en Yasmina, sola en su palacio, gobernando el reino sin la ayuda
de un consorte real. Pero luego se encogió de hombros y se dijo que los
problemas internos de Vendhia no eran de su incumbencia en aquel momento.
Por el contrario, deba preocuparse de sus propios asuntos. Al da siguiente
saldra de viaje hacia Oriente, en dirección a las estribaciones ms cercanas de
los montes Himelios, y para tan larga jornada tena que estar bien descansado.
Su colosal organismo poda resistir penalidades inconcebibles para un hombre
civilizado, pero a pesar de ello, cuando se trataba de misiones peligrosas, el
instinto del cimmerio lo impulsaba a descansar cuanto pudiera, como un animal
de presa antes de una larga cacera.
 A ver, tabernero!  llamó Conan . Tienes una habitación para pasar la
noche? Estoy exhausto. Estos viajes por el desierto agotan a cualquiera.
La noche de Oriente cubra a la ciudad de Ayodhya como un manto tibio y
acariciador. Las estrellas brillaban, esplendorosas como diamante contra la
negrura del firmamento, y la luna menguante se recortaba hacia el oeste.
Antorchas y fogariles iluminaban las calles de la ciudad. De los palacios
surgan risas, sonidos musicales y el rumor de pasos de danza, en tanto que de
los templos se alcanzaba a or el sonido austero de los batintines y las voces
de los coros de creyentes.
Conan se despertó de repente, con los msculos tensos, dispuesto a entrar [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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