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Bienvenido dije . ¿Te sientes mejor?
Gimió otra vez. Sacando su lengua pálida, se tocó los labios delgados, negruzcos.
En cuanto vuelva a casa, presentaré mi dimisión definitiva refunfuñó. Movió el
cuerpo para dejar libre el brazo y levantándoselo con la mano sana, se lo cruzó delante
del pecho.
Tengo la sensación de que este miembro es de otra persona gimió . De alguien
que tuvo una muerte horrible.
Más vale que te lo sujete mejor.
Movió la cabeza.
¿Dónde estamos, Anglic?
Mi nombre es Bayard. En cuanto a nuestra situación sé tanto de eso como tú. La
exploración me llevó cinco horas hasta que decidí descender aquí y esperar que
recobraras el conocimiento. Por lo visto estabas peor de lo que me dijiste.
Me encontraba casi exhausto confesó el agente . Me habían propinado tres
palizas fenomenales y se me agotaban las píldoras alimenticias. Hacía una semana que
andaba escaso de raciones.
¿Cómo diablos te las arreglaste para sostenerte en pie... y para trepar, pelear y
correr... y, encima, con el brazo roto?
El mérito apenas me corresponde a mí, muchacho. Se trata simplemente de liberar
ciertos estímulos metabólicos de emergencia. Hipnóticos, ¿entiendes? su mirada captó
la escena . Bonito lugar. ¿No hay rastro de nuestros anteriores anfitriones?
Todavía no. Llegamos hace unas cuatro horas.
No creo que nos molesten. Por lo poco que sabemos de ellos, poseen malos
instrumentos de Telaraña. No nos seguirán la pista observó el horizonte irregular.
¿Maniobraste el vehículo espacialmente? Por lo visto nos encontramos en la selva.
Moví la cabeza:
Esas escarpaduras indiqué los elevados pináculos de piedra rojiza que rodeaban
el claro las vi transformarse de lo que fueron edificios en regiones habitadas. Da la
sensación de que los hombres y nuestras obras somos simplemente una fuerza de la
Naturaleza, como cualquier otra catástrofe.
Lo mismo he visto yo afirmó Dzok . No importa la vía que se sigue a través de
las líneas-mundiales alternas: los cambios son progresivos, evolucionistas. Un charco se
convierte en estanque, luego en lago, después en presa, luego en una piscina y
seguidamente en un pantano lleno de árboles muertos y serpientes enormes; los árboles
se estiran o se encogen, les brotan ramas nuevas, nuevos frutos, se deslizan a través de
la tierra hacia nuevas posiciones, pero esto siempre de manera gradual. No hay
discontinuidades en la rejilla entrópica salvo, naturalmente, anomalías provocadas por el
hombre tales como la Desolación.
¿Sabemos dónde estamos? el mono gris del risco me observaba con recelo.
Dame un minuto para reunir fuerzas Dzok cerró los ojos, hizo profundas
inspiraciones . Tendré que volver al estado de auto-hipnosis mnemónica. No conservo
recuerdos conscientes de este región.
Esperé. Su respiración se hizo profunda y rápida como era normal en él. Los ojos
parecían salírsele de las órbitas.
Bien dijo con vehemencia . No está tan mal después de todo. Calculo que nos
encontramos a unas mis horas de la Central de Autoridad de Zaj.
Después de sentarse, empezó a levantarse un poco vacilante.
Será mejor que hagamos algo. Tendré trabajo en calibrar los instrumentos; resulta un
tanto difícil navegar con las pantallas apagadas me miró pensativamente . Y eso me
recuerda algo, Bayard... ¿Cómo te las arreglaste para controlar el aparato?
Me di cuenta de que yo arrugaba la frente. Todavía no sabía si fruncir el ceño o sonreír.
Más vale que confíe en ti, Dzok dije . También yo sé algo sobre vehículos del
tiempo.
Esperó con expresión alerta e interesada.
Tu Autoridad no es la única potencia que reclama el control de la Red. Yo represento
al Gobierno Supremo del Imperio.
Dzok, complacido, hizo un signo afirmativo con la cabeza:
Me alegro de que decidieras contármelo. Así resultó todo más agradable. No sé,
inspira una mayor confianza mutua.
¿Ya lo sabías?
Debo confesar que utilicé una sencilla técnica hipnótica contigo mientras
descansabas, allá en la celda. Averigüé algunos datos fascinantes y aproveché la
oportunidad para sembrar algunas sugerencias en tu mente. Nada malo, por supuesto.
Cínicamente calmé un poco tu síndrome de angustia y te impuse obediencia para seguir
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