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CAPÍTULO 14
En el cual se declara el segundo verso de la canción:
Con ansias en amores inflamada.
1. Ya que habemos declarado el primer verso de esta canción, que trata de la noche
sensitiva, dando a entender qué noche sea esta del sentido y por qué se llama noche; y
también habiendo dado el orden y modo que se ha de tener para entrar en ella activamente,
síguese ahora por su orden tratar de las propiedades y efectos de ella, que son admirables,
los cuales se contienen en los versos siguientes de la dicha canción, los cuales yo apuntaré
brevemente en gracia de declarar los dichos versos, como en el prólogo lo prometí, y pasaré
luego adelante al segundo libro, el cual trata de la otra parte de esta noche que es la
espiritual.
2. Dice, pues, el alma que con ansias, en amores inflamada pasó y salió en esta noche
oscura del sentido a la unión del Amado. Porque para vencer todos los apetitos y negar los
gustos de todas las cosas, con cuyo amor y afición se suele inflamar la voluntad para gozar
de ellos, era menester otra inflamación mayor de otro amor mejor, que es el de su Esposo,
para que, teniendo su gusto y fuerza en éste, tuviese valor y constancia para fácilmente
negar todos los otros. Y no solamente era menester para vencer la fuerza de los apetitos
sensitivos tener amor de su Esposo, sino estar inflamada de amor y con ansias. Porque
acaece, y así es, que la sensualidad con tantas ansias de apetito es movida y atraída a las
cosas sensitivas, que, si la parte espiritual no está inflamada con otras ansias mayores de
lo que es espiritual, no podrá vencer el yugo natural, ni entrar en esta noche del sentido, ni
tendrá ánimo para se quedar a oscuras de todas las cosas, privándose del apetito de todas
ellas.
3. Y cómo y de cuántas maneras sean estas ansias de amor que las almas tienen en los
principios de este camino de unión; y las diligencias e invenciones que hacen para salir de
su casa, que es la propia voluntad en la noche de la mortificación de sus sentidos; y cuán
fáciles y aun dulces y sabrosos les hacen parecer estas ansias del Esposo todos los trabajos
y peligros de esta noche, ni es de decir de este lugar, ni se puede decir; porque es mejor
para tenerlo y considerarlo que para escribirlo. Y así, pasaremos a declarar los demás
versos en el siguiente capítulo.
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CAPÍTULO 15
En el cual se declaran los demás versos de la dicha canción:
(Oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
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estando ya mi casa sosegada.
1. Toma por metáfora el mísero estado del cautiverio, del cual el que se libra tiene por
dichosa ventura, sin que se lo impida alguno de los prisioneros. Porque el alma, después del
primer pecado original, verdaderamente está como cautiva en este cuerpo mortal, sujeta a
las pasiones y apetitos naturales, del cerco y sujeción de los cuales tiene ella por dichosa
ventura haber salido sin ser notada, esto es, sin ser de ninguno de ellos impedida ni
comprehendida.
2. Porque para esto le aprovechó salir en la noche oscura, que es en la privación de todos
los gustos y mortificación de todos los apetitos, de la manera que habemos dicho. Y esto,
estando ya su casa sosegada, conviene a saber, la parte sensitiva, que es la casa de todos
los apetitos, ya sosegada por el vencimiento y adormecimiento de todos ellos. Porque hasta
que los apetitos se adormezcan por la mortificación en la sensualidad, y la misma
sensualidad esté ya sosegada de ellos, de manera que ninguna guerra haga al espíritu, no
sale el alma a la verdadera libertad, a gozar de la unión de su Amado.
FIN DEL LIBRO PRIMERO
SUBIDA DEL MONTE CARMELO
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LIBRO SEGUNDO
En que trata del medio próximo para subir a la unión de Dios, que es la fe; y así se trata de
la segunda parte de esta noche, que decíamos pertenecer el espíritu, contenida en la
segunda canción, que es la que se sigue.
CANCIÓN SEGUNDA
CAPÍTULO 1
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
(oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
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1. En esta segunda canción canta el alma la dichosa ventura que tuvo en desnudar el
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